Por qué (ya) no tengo una lista de correo
Después de mucho pensar, y a pesar de haberlo anunciado[1], no voy a llevar una lista de correo en este blog. Las razones son las siguientes:
- Ya existe una forma de suscribirse, las RSS (está allí abajo)
- Las RSS solo se actualizan cuando tú quieres y no se unen a mensajes mucho más relevantes de trabajo o familia
- La lista de correo electrónico obliga que me confíes tus datos
- La única forma que tengo por un coste razonable de custodiar esos datos es a través de una tercera empresa
- No voy a crear contenidos solo para suscriptores
- No quiero tener que manejar un programa externo solo para hacer lo mismo
- No pienso venderte nada
- No quiero que el servicio externo que tenga que usar compruebe si has abierto o no mi correo, si lo has leído o si se lo has mandado a alguien. (Sí, es el comportamiento estándar de las listas de correo).
En resumen que estoy cada vez más preocupado por la pérdida de privacidad que tenemos en Internet y no quiero contribuir a dicha pérdida. Homo Minimus —si no está de bromas— tiene razón:
Creo que no tiene sentido para casi nadie recibir artículos diarios o semanales de un blog; por muy bueno que sea, no tienes la capacidad de procesamiento ni mucho menos la capacidad de ejecución para aplicar en tu vida lo leído[2].